"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 24 de junio de 2015

Monte Fuji - símbolo de Japón, patrimonio de la Humanidad

"La naturaleza nunca hace nada sin motivo."
Aristóteles - Filósofo griego (384-322 AC)

 

Con 3.776 metros de altitud, es el pico más alto de la isla de Honshu y de todo Japón, reverenciado durante siglos como lugar sagrado, el Monte Fuji, identificado como símbolo de Japón ha sido reconocido desde el año 2013 como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad. Sin duda un lugar especial privilegiado por su belleza,  ha sido fuente de inspiración artística, su apariencia cambia según las condiciones atmosféricas, la posición del sol y la ubicación y perpectiva desde la que se le mire.

Los alrededores y la montaña del Fuji, (hasta aproximadamente la 8ª estación), son ricas en fauna y floras variadas. La nieve que se localiza en la zona más alta del volcán adquiere formas diversas según las estaciones del año y el grado de deshielo. Un pais como Japón donde el 75% de su superficie está cubierto por montañas y bosques explica en alguna medida el modo de pensar japonés que considera que las montañas deben ser veneradas y el Fuji es el ejemplo más representativo.


En la antiguedad existió la creencia de que despues de la muerte los espíritus de los difuntos subían a las montañas y se convertían en dioses en la cumbre, transformándose en divinidades del hogar que protegían a la familia. Al introducirse el budismo y su creencia en la reencarnación las montañas se convirtieron en lugares místicos y de oración.

Esta veneración de la naturaleza llevó a la idea de que las montañas debían ser reverenciadas  desde abajo ya que los dioses residen en las cumbres, y ésto ha quedado registrado en la literatura japonesa recopilada desde el siglo VII.

Otra particularidad es que se trata de un volcán activo, causante de algunas terribles catástrofes y pese a su belleza, es inequívoca expresión de cambio constante y de la fugacidad del mundo de lo que los japoneses son conscientes. Desde hace 400 años
a finales de agosto se celebra en la ruta Yoshida el denominado “festival del fuego”, ya conocido como festival del Fuji, que rescata además de la belleza natural, la simbología espiritual del volcán.

Santuarios, bosques, extrañas formaciones rocosas, cuevas, lagos y lagunas son fuente de inspiración y forman un magnífico y misterioso mundo natural presente en la vida cotidiana del actual Japón y sus habitantes.

Fuente: Nipónica; Publicación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón 
http://www.mofa.gob.jp

"La naturaleza misma ha impreso en la mente de todos la idea de un Dios."
Cicerón - Escritor, orador y político romano (106-43 AC)
 

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