"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

jueves, 18 de diciembre de 2014

Hablar o callar - aunque, ... no siempre el que calla otorga

«El silencio, algunas veces, es callar; siempre, es escuchar.»  
Madeleine Delbrêl - mística cristiana francesa, asistente social, ensayista y poetisa (1904-1964)

Quien no ha escuchado alguna vez el proverbio árabe que señala “Los hombres somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras.”?.
Quien en alguna oportunidad no ha dudado ante una situación en la que decidir si hablar o callar?

Sabemos del poder de las palabras, y debemos tener claro que el silencio detenta un poder similar, hablando o callando podemos alabar, felicitar, conciliar, denunciar, denigrar, dividir o juzgar. Si las palabras no intercalaran silencios sólo serían ruido, si las notas musicales no incluyeran silencios serían sonidos pero no melodía.

De la pluma de George Eliot (1819-1880), -seudónimo de la escritora británica Mary Anne Evans-, les dejo un precioso poema que nos hace reflexionar sobre como a través del silencio cuando callamos nos dejamos conocer.

Cuando Callas - También Hablas de Ti Mismo

Cuando callas un secreto /conozco tu fidelidad de amigo.
Cuando callas tu propio dolor /conozco tu fortaleza.
Cuando callas ante el dolor ajeno /conozco tu impotencia y tu respeto.
Cuando callas ante la injusticia /conozco tu miedo y tu complicidad.
Cuando callas ante lo imposible /conozco tu madurez y dominio.
Cuando callas ante la estupidez ajena /conozco tu sabiduría.
Cuando callas ante los fuertes y poderosos /conozco tu temor y cobardía.
Cuando callas ante lo que ignoras /conozco tu prudencia.
Cuando callas tus propios méritos /conozco tu humildad y grandeza.

El Silencio es el templo donde el sabio medita,
La cárcel de la que huye el necio,
Y el refugio donde se esconden los cobardes.

Cuando callas,
Tú, ¿por qué lo haces?

... ...

Tal vez conocer cuando es momento adecuado de hablar y cuando de callar sea una de las cosas más difíciles de lograr. En esa dualidad de hablar o abstenerse, la condición de bueno o malo estará dada por las circunstancias, dependiendo de para qué, cuándo y cómo, porque así como las palabras, los silencios, a veces difíciles de interpretar, tambien trasmiten, son necesarios, demuestran una actitud.

Palabras y silencios se complementan, y de su elocuencia dependerá que nos comuniquemos o vivamos aislados. Debemos tener claro que -no siempre- el que calla otorga y que -si somos observadores- muchas veces podremos llegar a conocer más a alguien por sus silencios que por sus palabras.
 
«Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra.»
Georges Clemenceau- Médico, periodista y político francés (1841-1929)

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