"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )
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martes, 5 de septiembre de 2023

Libros en el siglo XXI - impresos vs digital

"No hay lenguaje sin palabras. La palabra, primero hablada, voz, y mucho después, hecha letra escrita. Si letra hay, hay texto, documento, historia. La palabra, hablada y escrita, es abstracción y al mismo tiempo, materialidad."
Julián Aguilar Sierra - psicoanalista, docente contemporáneo en la Universidad de Antioquia, Colombia


Todos festejan la nueva era y vaticinan el fin del libro impreso, pero el virtual aunque está efectivamente en el ciberespacio, ...  lo desplazará definitivamente?.

Mucho se ha hablado ya del tema, quienes apuestan y defienden el libro electrónico señalan como ventajas el ahorro de espacio al no necesitar bibliotecas, y la trasportación cómoda, la facilidad de contar con diccionario incorporado y un buscador para ubicar frases y/o palabras en forma instantánea, así como la posibilidad de enlaces de búsqueda adicional de información, pero a la fuerza de lo digital se opone la potencia del libro de papel, por lo que si sabe defenderse coexistirá con holgura digamos que, al menos, en una parte de su territorio actual.




Umberto Eco -escritor y filósofo italiano contemporáneo- en su libro "No esperéis libraros de los libros." dice que muchas formas y tecnologías no se han perdido con las novedades, por ejemplo la radio y el teatro con la aparición de la televisión y el cine, y los libros impresos existirán mientras los lectores los quieran y una editorial vea rentable producirlos. Todavía es muy pronto para vaticinios. “... el libro de papel, en su linealidad y su finitud, en su materialidad y su presencia constituye un espacio silencioso que hace fracasar el culto a la velocidad y la pérdida de sentido crítico. Es un punto de anclaje, un objeto de inscripción para un pensamiento coherente y articulado."

Leer y escribir. son como dice el colombiano psicoanalista, docente en la Universidad de Antioquia, Julian Aguilar Sierra " ... acontecimientos que le han dado un sentido nuevo a nuestra vida, un rumbo, el mundo cabe en hojas de papel escritas, nos conectamos con la memoria de la especie!". Leímos, primero en voz alta: ma-má, y luego, en voz baja: mamá. Se dice que el San Agustín - Obispo de Hipona nos legó la lectura silenciosa.

Mientras transcurre este eterno debate, varias multinacionales están posicionándose para acaparar el mercado virtual. Seguramente el cambio será con  una actualización gradual, el tiempo dirá ... pero abrir un libro de papel para leer por placer es un ritual que ilusiona y gratifica el espíritu, tiene un algo romántico que se puede oler, tocar y  saborear.
 
La vigencia del libro en papel, frente a la versión online es defendida por Paco Puche -librero y ecologista- en un artículo de la revista El Observador señalando que " ... su formato diverso, su sensualidad, la emoción de verlo en la estantería, su carácter simbólico invocando quinientos años de cultura y creación, su palpabilidad, su autonomía, su sinestesia, su funcionalidad, su duración, su belleza, en suma, lo hacen insustituible." 

“Hubo árboles antes que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y tal vez llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros.”
Miguel de Unamuno - escritor y filósofo español (1864-1936)
 

jueves, 16 de octubre de 2014

Escultura en libros - arte, información, tecnología y comunicación

"No ha habido ningún arte todavía. El arte acaba de empezar."
Constantin Brâncusi - escultor rumano (18)76-1957)

 
Nacido en Estados Unidos, en el estado de Illinois, aunque actualmente vive y trabaja en Atlanta, Brian Dettmer es un artista contemporáneo, conocido por su trabajo realizando detalladas e innovadoras esculturas utilizando libros antiguos.

Ha trabajado desde siempre, terminó la escuela en 1997 y durante casi diez años lo hizo en el The Field Museum of Natural History en su ciudad como supervisor gráfico. Al comienzo trabajando a tiempo completo durante el día y luego en su obra personal en la noche.

Ha expuesto internacionalmente recibiendo reconocimientos por su obra, y manifiesta que "a pesar de que fui a la universidad, me considero ... para lo que hago, autodidacta."








El material que utiliza lo compra  o recibe donaciones, trabajando con libros que no tenían un uso o no eran funcionales, como catálogos de construcción antiguos o enciclopedias que ya no se vendía   de segunda mano. El tipo de papel, el tamaño del libro, la calidad, todo importa al momento de elegir.

La técnica consiste en hacer con un libro existente, sellando sus bordes, crear un recipiente cerrado lleno de potencial a desenterrar, cortando luego en la superficie del libro para diseccionar a través de ella, utilizando cuchillos, pinzas y herramientas quirúrgicas.

Una sorpredente mezcla de arte, información, tecnología y comunicación, de la que el mismo artista manifiesta: "Me gustaría ser recordado por hacer algo completamente nuevo en un momento crucial en el que es importante para que reflexionemos sobre lo que está pasando con los libros ..."

Así surgen las esculturas alucinantes y únicas de un artista creativo, paciente,  perseverante.

Web: http://www.ktfineart.com/artists/brian_dettmer/

"Cuando el material termina, comienza el arte."
Étienne Hajdu - escultor rumano (1907-1996)


sábado, 30 de noviembre de 2013

Las dificultades - trampolín de los sueños


"No hay nada que pueda compararse con el valor de las gentes normales, cuyos nombres son desconocidos y cuyos sacrificios pasan inadvertidos"
Aung San Suu Kyu - política activista birmana contemporánea

Un ejemplo del que muchos habríamos de copiar cuando sentimos que las dificultades nos agobian. Su nombre es William Kamkwamba, nació en 1987, uno más entre los millones de niños pobres que viven en Malawi, uno de los países más necesitados de África, y como el mismo relata: “Antes de descubrir las maravillas de la ciencia yo era un simple granjero en un país de granjeros pobres, pero aquel año nuestra suerte se oscureció”...

Las dificultades a las que hace frente esa población cada día, simplemente para sobrevivir, son difíciles de imaginar en el primer mundo y aún en algunos otros sitios del mundo no tan privilegiados. La hambruna que asoló Malawi en el 2001 hizo que William tuviera que dejar la escuela. Sus padres no podían pagar la matrícula de acceso a la educación secundaria, se comía una sóla vez al día y los campos estaban secos. Un futuro difícil que no quiso aceptar.

Dejó la escuela, pero su deseo de aprender y educarse era grande, y siguió estudiando de forma autodidacta gracias a los libros que le prestaban en la biblioteca de la escuela.

Llegó a sus manos un libro llamado "Usando la energía", que describía cómo se podía obtener electricidad a partir del viento usando molinos eólicos. Para William, acostumbrado a una vida en Malawi donde sólo el 2% de la población tiene electricidad, aquello fue una revelación. Decidió emprender el proyecto de construir un molino para su aldea que sirviera para bombear agua del pozo (en lugar de transportarla a mano durante horas) y obtener así mejores cosechas de las huertas.

Recorrió los vertederos y reunió todo tipo de desechos, entre ellos el ventilador de un viejo tractor, los restos de una bicicleta, tuberías de plástico viejas... soldando con un trozo de alambre rígido calentado con fuego, ... mientras su familia y vecinos no lo tomaban en serio. William trabajó entre las risas de todos, pero no abandonó, a pesar de la dificultad.

Su primer molino tenía un aspecto estrafalario, y nadie pensaba que fuera a servir de mucho. William conectó la batería del molino a unos cables, y estos a unas bombillas (un artículo inusual en la aldea, ya que todo el mundo dependía de las lámparas de parafina para el alumbrado nocturno). Y cuando las bombillas se encendieron, las risas acabaron.
Con su primer aerogenerador, consiguió electricidad suficiente para cuatro bombillas, una radio y la recarga del único teléfono móvil de todo el pueblo. Era un gran avance, pero no era suficiente, siguió trabajando en el diseño de los aerogeneradores con el fin de construir suficientes para abastecer la aldea. aunque paradójicamente, seguía sin tener dinero para ir al colegio.

El molino atrajo curiosos y visitantes, entre ellos un periodista que publicó un reportaje sobre William. Tuvo tanto éxito fuera y dentro del país, que permitió reunir fondos para el proyecto de los aerogeneradores. Y para que William pudiera continuar sus estudios en un internado de la capital.

La historia del niño que construía molinos siguió expandiéndose, fue invitado a dar conferencias en diferentes lugares, donde aprovechó para difundir entre quienes le escuchaban las dificultades que atravesaba su país.

En Tanzania conoció a Tom Rielly, director de un instituto de tecnología sostenible. Rielly lo llevó en un gira por Estados Unidos, donde conoció a muchos inversores en alta tecnología que posteriormente contribuyeron a los planes de William para electrificar, regar, y educar a su pueblo, así como a pagar su matrícula en la prestigiosa Academia de Liderazgo Sostenible de África, en Johannesburgo, donde siguió estudiando.

En su aldea natal se siguen construyendo más molinos, que permiten que el agua se distribuya en las huertas y las condiciones de vida de sus habitantes mejoren. 

Todo esto empezó con una mente inquieta, un libro viejo, la capacidad de soñar y el deseo de aprender. Los libros, no siempre están disponibles. Pero las otras tres cualidades acompañadas de perseverencia, creatividad y talento son el mayor patrimonio de la humanidad, y se encuentran en todos los lugares de la tierra, en todas las razas, edades y sexos. No lo olvidemos.

Una valiosa historia de vida que merece ser compartida.

"Si tu llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias".
Henry Miller - Escritor estadounidense (1891-1980)