"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 6 de enero de 2015

Reyes Magos - realidad y leyenda ...

"Los reyes magos existen... Existen en el corazón de cada uno de los que creen en ellos." - Anónimo 

No tenemos certeza de la historia de los Reyes Magos llevando sus presentes al niño recién nacido en Belén, no la tenemos de que fueran magos, reyes o astrólogos y tampoco es seguro cuántos eran aunque los evangelios mencionen que fueron tres.

Existen varias narraciones, con pequeñas variantes entre si, una de las cuales he elegido para compartir y que habla de la existencia de un cuarto rey, Ichiloc?, Artabán?, no importa el nombre, fue aquél que nunca llegó, aquél que  pasó su vida en la búsqueda y que aún alejada de otras historias más conocidas y aceptadas, merece ser leida y reflexionar luego en el mensaje que deja.

El cuarto Rey Mago

"Se cuenta que había un cuarto Rey Mago, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno. Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables, y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego proseguía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.



Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó… y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de la estrella. Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado.

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Había fallado en su misión. Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que la de la estrella llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino. ¡Muchas gracias por tantos regalos de amor! Ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa.”
... ...


El 6 de enero es un momento especial -que no siempre abarca a todos los niños del mundo- en el que realidad y leyenda se mezclan en un entramado que ha atravesado los tiempo y sigue siendo un motivo de felicidad para niños y adultos, los primeros viviendo la ilusión de la espera, los segundos disfrutado la alegría de dar.

¡Feliz día de Reyes a tod@s!

"A los Reyes Magos /les pedí un deseo /en una mañana /muy clara de enero. /A los Reyes Magos /les pedí un regalo: /una yerba buena /para el desencanto. /A los Reyes Magos /les dejé en la sala /para sus camellos /jarras de esperanza."
María García Esperón - escritora mexicana contemporánea

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