"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 6 de diciembre de 2022

Cuando de humor hablamos ... - buscando el necesario equilibrio.

“El humor nos cura de la estupidez, de la propia importancia”. - Rosa Montero - periodista y escritora española contemporánea

Sabemos que temperamento y carácter conforman la personalidad determinando el comportamiento de cada persona. Tambien sabemos que la risa elimina el estrés, aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo, aliviando la depresión, combate la timidez, al facilitar la comunicación, expresa emociones, favoreciendo la existencia de lazos afectivos, y ayuda a sobrellevar miedos y fobias. 

Pero la risa es una reacción contagiosa producto del sentido del humor, ese que algunos tiene y otros no y que depende de la personalidad de cada quien, así como de las circunstancias y el contexto del momento. 

He leído por ahí un breve texto de autor desconocido, que nos lleva en un rápido recorrido a través de los años en la vida de las personas y los cambios que esos años implican en cada individuo,  y con un toque de humor logra que en él nos podamos reconocer, sacándonos una risa espontánea, y aquí lo comparto.

Según pasan los años...

Un grupo de amigos cuarentones se encuentran para elegir el sitio donde van a cenar todos juntos...

Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque las camareras son guapas, llevan minifalda y escotes generosos.

Diez años después, los mismos amigos, ya cincuentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque el menú es muy bueno y hay una magnífica carta de vinos.

Diez años después, los mismos amigos, ya sesentones, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque es un sitio tranquilo, sin ruidos y tiene salón para no fumadores.



Diez años después, los mismos amigos, ya septuagenarios, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, porque el restaurante tiene acceso para sillas de discapacitados e incluso hay ascensor.

Diez años después, los mismos amigos, ya octogenarios, se reúnen de nuevo para elegir el restaurante donde ir a cenar. Finalmente se ponen de acuerdo en cenar en el restaurante del Café Central, y todos coinciden en que es una gran idea porque nunca han cenado allí.

... ...

Y de eso se trata cuando de humor hablamos, de encontrar el lado humorístico de las cosas al vernos reflejados, permitiéndonos la oportunidad de sentirnos mejor.

Cada persona encuentra el bienestar a su manera, sin embargo encontrar la forma de mejorar el estado de ánimo, en un camino que nos acerque a la alegría y las emociones positivas siempre es bienvenido. Para ello no es necesario estar de buen humor todos los días del año, pero dejar margen para una emoción agradable cuando el mundo se encarga de traernos eventos negativos por doquier, es una manera de encontrar el necesario equilibrio.

“Verse a sí mismo suele ser un buen estímulo del sentido del humor”. - Bernardo Verbitsky - escritor y periodista argentino (1907-1979).

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