"La oración no cambia a Dios pero cambia a quien ora.” - Soren Kierkegaard - filósofo y teólogo danés (1813-1855)
Este siglo XXI ha puesto al mundo y la
sociedad frente a situaciones difíciles de enfrentar, crisis económicas,
sanitarias, políticas, ambientales y los intereses creados en torno a cada una
de esas circunstancias así como sus consecuencias han llevado a muchos por el camino
de la espiritualidad en la búsqueda de inspiración, contención y estímulo para
sobreponerse en la adversidad.
En ese contexto, en las redes circula
desde hace un tiempo un texto con las características de una plegaria,
atribuída a Antoine de Saint-Exupery, a quien se le identifica con su más
conocida obra ‘El principito’. Esa oración llamada 'El arte de los pequeños pasos' es la que transcribo aquí
Señor: enséñame el arte de los pequeños
pasos.
No pido milagros ni visiones, ¡pido
fuerza para la vida diaria! Dame la atención y la creatividad para notar a
tiempo los conocimientos y experiencias que me atañen personalmente.
Fortalece mis elecciones al discurrir
del tiempo. Dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario. Te
pido fuerza, autocontrol y mesura para no dejarme llevar por la vida, sino más
bien organizar sabiamente cada momento de la jornada. Ayúdame a enfrentar lo
mejor posible lo inmediato, y a reconocer que esta hora es la más importante.
Otórgame la lucidez para reconocer que
la vida está acompañada de dificultades y equívocos, y que estos son oportunidades
para crecer y madurar.
Haz de mí un ser humano capaz de
acompañar a quienes se encuentran en lo más bajo.
No me des lo que pido, sino lo que
necesito.
¡Enséñame el arte de los pequeños pasos!
¡Así sea!
… …
Un bello texto, que sin entrar en los detalles de su valor literario, logra convertirse en una genuina expresión de
aliento y compasión, para sostener y fortalecer a quienes lo necesiten, que es
capaz de trasmitir un mensaje de esperanza apelando a las cosas sencillas y
cotidianas de la vida y que merece ser conocido.
imagen: Elena Yushina
“Dios
existe. Y si no existe debería existir. Existe en cada uno de nosotros, como
aspiración, como necesidad y, también como último fondo, intocable de nuestro
ser.” - Octavio Paz - escritor, poeta, dramaturgo, ensayista y político
mexicano, Nobel de literatura 1990 (1914-1998)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario