"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )
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sábado, 27 de febrero de 2016

Honestidad vs. mentira - sólo vergüenza, ... o delito?

" Son nuestros amigos los que nos enseñan nuestras faltas, no los que nos adulan."
Pitágoras - filósofo y matemático griego (570-495 a.C.)

Se es honesto, virtuoso, vicioso o infame, en el contexto  de tiempo y espacio. donde la "moral" que rige la conducta humana responde a lineamientos que se transforman de acuerdo a la evolución social. En cada época y lugar existe un criterio medio que determina como buenos o malos, permitidos o inadmisibles, honestos o delictivos, los actos individuales que pueden beneficiar o perjudicar la vida colectiva y de acuerdo a eso en cada momento histórico ese criterio es variable.

Los delincuentes son individuos incapaces de adaptar su conducta a la moralidad, pautas y leyes de la sociedad en que viven. Hay quienes no son delincuentes pero son incapaces de mantenerse honestos, pobres de espíritu, de carácter influenciable y escasa voluntad, no saben poner límites firmes a los factores ocasionales, a las sugestiones del medio, a la tentación de lo fácil, al contagio imitativo, permitiendo -sin corregirlo-, el error ajeno cuando éste le beneficia, cayendo en la mentira egoísta según las circunstancias. 


Desafortunadamente, ser deshonesto con los demás y con nosotros mismos es -a veces-, más fácil que decir la verdad, caemos allí sin darnos cuenta, en ocasiones porque las mentiras, exageraciones, medias verdades adornadas hacen que nos veamos mejor intentamos parecer superiores, mejores de lo que somos en realidad, tapar una verdad incómoda, buscando así impresionar a quienes nos rodean para que nos respeten sin darnos cuenta que entramos en un círculo vicioso donde se acaba faltando el respeto a los demás e iniciando una cadena de mentira y vergüenza difícil de romper.

Quien no ha mentido alguna vez?, todos en algún momento lo hemos hecho o lo hacemos, -por evitar una discusión, para evitar a otro o a nosotros mismos un mal momento, para no herir sentimientos o para vernos mejor-, un recurso en el que caemos a veces, sin casi pensarlo. La mentira en si misma no es delito, mientras no transgreda el límite de conductas prohibidas, pero afecta la credibilidad de quien la utiliza, y aquí llegamos al punto en que según sea el tenor de la mentira, la posición que ocupe en la sociedad el mentiroso, y la relación que le vincule con quienes le rodean hará que -al conocerse- sea juzgado de manera más severa o más benevolente, pero aunque pase el tiempo la desconfianza persistirá. 

Sólo reconocer el error en que se ha incurrido puede resolver la situación, aceptar la realidad, aunque resulte bochornoso hacerlo, permitirá salir del problema alejando la vergüenza, sintiendo la satisfacción por una actitud responsable, asumiendo ser lo que ciertamente se es, allí estará la mejor y genuina recompensa, que es recuperar la dignidad.

imagen: Yuval Yairi

"Tal vez puedas adornarte con las plumas de otro, pero no puedes volar con ellas.” – Anónimo

martes, 18 de febrero de 2014

Timidez y verguenza - dos caras del miedo

"La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad."  
Pablo Neruda - poeta chileno (1904-1973)
 
Alegría, tristeza, cólera y miedo son emociones básicas.

Derivadas del miedo aparecen timidez y vergüenza, dos caras de una misma moneda, que por alguna razón van siempre juntas.

La timidez es la expresión del miedo al rechazo,  se concibe como la tendencia a la incomodidad en situaciones sociales, como una peculiar oscilación entre la evitación y el acercamiento, entre el temor y el interés.  Aparentemente sería un rasgo de la personalidad, no relacionado con la autoevaluación, sino simplemente lo opuesto a la sociabilidad.

La vergüenza es la expresión del miedo a la burla o a la humillación, es un estado causante de gran incomodidad que toma a la persona por sorpresa, paraliza su actividad mental, dificulta el habla, congela el movimiento. Se puede observar a la persona avergonzada como tratando de hundirse en sí misma, de querer esfumarse, desaparecer (¡trágame, tierra!).

Ambas limitan, interfieren en el relacionamiento con otras personas, paralizan, impiden hacer cosas que quisiéramos hacer, ambas son emociones, que quieren ayudarnos a no sentirnos mal, pero en realidad sólo ponen trabas en el camino, luego vienen los arrepentimientos, ¿Por qué no lo intentamos?, ¿Por qué no hablamos?, ¿Por qué no nos atrevimos a preguntar?...

Atreverse a hacer el ridículo, reirnos de nosotros mismos, mejorar la autoestima, superar los miedos y las inseguridades serán los peldaños de una escalera que deberemos ascender en el camino para tratar de vencer el obstáculo que vergüenza y timidez pueden significar en nuestras vidas.

No nos sintamos únicos, muchos sufren iguales problemas, rompamos las ataduras … sólo es necesario darnos la oportunidad ...

"La timidez es la desconfianza del amor propio, que deseando agradar teme no conseguirlo"
Molière (Jean-Baptiste Poquelin) -  dramaturgo, humorista y actor francés (1622-1673)

lunes, 16 de diciembre de 2013

Lo que no se recupera - Actitudes y conclusiones apresuradas.

"Lo que empieza en cólera acaba en verguenza"
Benjamín Franklin - político, científico e inventor estadounidense (1706-1790) 

¿Por qué juzgamos sin conocer todas las versiones sobre un tema?, ¿Por qué nos encolerizamos sin estar seguros del motivo que nos enoja?, ¿Por qué sacamos conclusiones sin conocer la totalidad de una situación?, ¿Por qué nos dejamos llevar en actitud que luego no tiene vuelta atrás?, ...

"Una chica estaba esperando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete de galletas. Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.

Asiento de por medio se sentó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletas.

Cuando ella cogió la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero
no dijo nada. Solo pensó: "¡Qué descarado; si yo fuera más valiente, hasta le daría una bofetada para que nunca lo olvide!".

Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello le indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar. Cuando quedaba sólo una galleta, pensó: "¿qué hará ahora este aprovechado?".

Entonces, el hombre partió la última galleta y dejó media para ella. ¡Ah no!. ¡Aquello le pareció demasiado!. Se puso a resoplar de rabia. Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque.

Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletas... intacto, cerrado. ¡Sintió tanta vergüenza!. Sólo entonces se dio cuenta de lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso!.

El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no estaba a tiempo ni tenia posibilidades para dar explicaciones o pedir disculpas, pero sí para razonar: ¿cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?.

Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: Una piedra después de haber sido lanzada, una palabra después de haberla dicho, una oportunidad después de haberla perdido y el tiempo después de haber pasado..."
... ...

Un texto encontrado en la red, que resulta útil, para reflexionar sobre la cólera, los apresuramientos, las conclusiones equivocadas, la verguenza, las actitudes, lo irrecuperable ...

"De hombres es equivocarse; de locos persistir en el error".
Marco Tulio Cicerón - jurista, político, filósofo, escritor, y orador romano (106AC-43AC)