"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 16 de enero de 2024

Nuestros días - soleados o grises ...

"La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada". - José Ortega y Gasset -  filósofo y ensayista español (1883-1955)

La vida no es perfecta y nosotros como seres humanos tampoco, cada quien ha de lidiar con sus circunstancias desde sus propias convicciones, perspetivas, emociones y en ese camino tendremos momentos felices y tristes, éxitos y fracasos, logros y frustraciones, pero aún y a pesar de ello debemos continuar tratando de encontrar apoyos que nos sostengan en los tiempos difíciles, aunque muchas veces en esos malos momentos nos exigimos seguir adelante sin permitirnos un alivio un desahogo sin darnos cuenta que sólo logramos agobiarnos más de esa manera haciendo más pesada la carga con la que luchamos.

Quiero compartir aquí un texto de la licenciada en sicología  Alicia Escaño Hidalgo que tiene la virtud de estimularnos haciendo especial hincapié en permitirnos ser nosotros mismos sin posponernos como habitualmente hacemos.

Permítete un día gris

Como seres humanos que somos, tenemos el derecho de, a veces, encontrarnos tristes, a no estar al cie o n por cien, a no estar continuamente con una sonrisa en la cara, a tener un día gris. 

Se nos ha educado para no molestar, complacer a los demás y no hacer demasiado ruido. Eso nos obliga muchas veces a decir sí cuando queremos decir no, a sonreír cuando nos apetece llorar, a aceptar citas por compromiso aunque no tengamos ganas.

El resultado es una falta de respeto a nuestros propios sentimientos, cuando no está escrito en ninguna parte que no tengamos derecho de sentir lo que en ese momento necesitamos sentir.

Es importante aprender a poner límites ya anteponer, aunque sea solo un poco, nuestros propios intereses a los de los demás, pues tenemos todo el derecho a sentirnos un día gris, 24 horas con la mitad de nuestras fuerzas y no se acaba el mundo por ello.

Al final, saldrá el sol.

Mientras seamos capaces de sobreponernos y sacar fuerzas más adelante, no hay ningún problema. Ya volverán nuestras energías, ya tendremos ganas de sonreír, pero de momento, ten paciencia contigo mismo.

Todos, absolutamente todos, tenemos días malos, somos irracionales a veces, sentimos miedos absurdos, lloramos y no sabemos por qué. Hasta la persona más racional, es humana, también se enoja, llora, siente miedo o vive un día gris.

Bendita naturaleza humana que nos permite emocionarnos: llorar de alegría o de tristeza, que se nos erice el vello al oír nuestra canción favorita, que se nos salten las lágrimas cuando llega ese abrazo que tanto esperábamos…Por lo tanto, expresa cómo te sientes de forma natural, respétate a ti misma y ámate independientemente de tu estado anímico.

No alimentes a ese perfeccionismo emocional que dice que «debes» estar siempre sonriendo y saltando de alegría.

Por último, compórtate de la manera que te pide el cuerpo, la mente y el corazón en este momento, cuidando de que todo esto no sea demasiado intenso, frecuente y duradero.

Recuerda: un día gris no es anormal, lo anormal es no tenerlos nunca. Tampoco es normal estar siempre con la mirada gris, quizás entonces si que necesitas ayuda. Siguiendo lo que dijo un filósofo griego hace muchos años, en el punto medio está la virtud.

... ...

Muchas veces en el afán de seguir adelante en el camino que hemos proyectado nos exigimos aún cuando sentimos que las fuerzas flaquean, démonos permiso, nada es el fin del mundo ni justifica que nos enfermemos, no es sencillo encontrar el punto de equilibrio pero hay que Intentarlo y una buena manera de comenzar es queriéndonos, perdonándonos, dándonos tiempo, cada cosa llega en su justo momento.

Fuente:  https://mejorconsalud.as.com/author/alicia-escano/

"Porque la vida se ríe de los pronósticos y pone palabras donde habíamos imaginado silencios." - José Saramago -  escritor portugués, Nóbel de Literatura en 1998 (1922-2010)

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