"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 20 de mayo de 2019

Valores olvidados - cuando la muerte nos interpela

'Los valores morales se pierden sepultados por los económicos.” – José Luis López Aranguren - filósofo y ensayista español (1909-1996)

El mundo y la sociedad nos imponen un ritmo para vivir que muchas veces no es el nuestro, nos urgen, nos empujan, y en esa carrera vamos perdiendo de vista que la escala de valores y las prioridades que alguna vez nos fijamos como metas van cambiando de lugar sin casi apercibirnos de ello. Por suerte a veces llegamos a un punto de inflexión como consecuencia de algún suceso que nos toca de cerca y nos hace cuestionarnos ese modo de vivir y hacer que no es el que inicialmente nos habíamos propuesto.

He releído varias veces el libro ‘Las enseñanzas de Don Juan’, el primero de los cuadernos que escribió entre 1968 y 1993 el antropólogo y escritor peruano Carlos Castaneda, trabajo donde se mezcla fantasía, antropología y psicología, resultando en obra de valor si se toman en cuenta conceptos irrebatibles sobre, el miedo, la vejez y la  muerte entre otros. En uno de sus pasajes hace referencia a la muerte como parámetro para medir nuestras actitudes cuestionándonos la validez de esas cosas que perseguimos y por las cuales nos angustiamos cuando en realidad son carentes de peso, fundamento y valor.

Comparto a continuación un breve trozo para reflexionar:





'Cuando estés impaciente, lo que debes hacer es pedir consejo a tu muerte. ¡Una inmensa cantidad de naderías desaparece con tal de que tu muerte te haga una señal o con tal de que alcances a ver su destello o con tal de que simplemente tengas la sensación de que tu compañera está allí, vigilándote!

¡La muerte es una consejera sabia que tenemos! ¡Tienes que pedir consejo a tu muerte y dejar la maldita mezquindad de los hombres que llevan sus vidas como si la muerte nunca los fuera a tocar!

¡Si no te acuerdas de tu muerte, tu vida entera no será sino un caos personal!'.

... ...

Corremos, discutimos y nos afanamos por cosas sin importancia dándoles un lugar preponderante, perdiendo de vista hacia donde vamos. Sin dudas la muerte, -que es el término normal de la vida-, es la certeza más absoluta que tenemos, todos vamos llegar a ella sin que podamos evitarlo, aunque tratemos de ignorarlo, o nos atemorice, olvidando que la muerte implica vida, como decía Unamuno "el olvido de la muerte es la deserción de la vida misma", un tema que merece profundas reflexiones filosóficas y religiosas, pero que preferimos obviar y que planteado como lo dice Castaneda en su texto es -por su importancia- la vara con la que podemos dimensionar y valorar otras situaciones que la vida nos plantea, haciéndonos reaccionar y darnos cuenta que debemos cambiar la actitud tratando de ser respetuosos, tolerantes, empáticos, frente a quienes nos rodean priorizando lo realmente importante.

No es sencillo, pero hay que intentarlo, tal vez como el mismo autor dice hay que seguir el ‘camino del corazón’ para ver con claridad el camino y a pesar de la controvertida y cuestionada imagen de Castaneda y su obra, debemos concordar que en lo referido a la muerte como referencia para valorar lo que significa ‘vivir’, es válido.

‘Los valores en los que hoy en día la humanidad sintetiza sus más altos deseos son valores de decadencia.’ - Friedrich Nietzsche - poeta, músico y filólogo alemán (1844-1900)

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