"Y de aquel libre y único florecimiento de la plenitud de nuestra naturaleza, surgió el milagro griego, … una primavera del espíritu humano, una sonrisa de la historia.”- José Enrique Rodó - escritor y político uruguayo (1871-1917)
El mundo nos ofrece lugares y paisajes que nos asombran, y nos dejan sin palabras cuando intentamos describir la maravilla ante la que nuestros ojos se deslumbran, hoy elegimos referirnos al centro monástico de Meteora, (Μετέωρα Μοναστήρια), en una zona fértil, de cultivos, en los valles de Tesalia por donde corre el rio Pineo. Una región de Grecia con características especiales y orígenes urdidos a través de millones de años, un lugar misterioso, pensado para la búsqueda de la humildad y la oración, que fuera declarado por la Unesco desde 1988 como Patrimonio de la Humanidad, pero que además del perfil espiritual presenta peculiaridades del punto de vista geográfico y topográfico que le imprimen un fuerte carácter.
Inmensas rocas que emergen de la tierra producto de la erosión provocada por el desplazamiento de un gran río en la búsqueda de su salida al mar Egeo y los movimientos sísmicos con el posterior hundimiento, le dan al lugar una imagen imponente, solemne, grandiosa, y al mismo tiempo de quietud y calma, envolviendo el ambiente con un aire de misticismo y mágico encanto. Allí en las cumbres de esos enormes gigantes de piedra se asientan una serie de monasterios cristianos ortodoxos, que datan del siglo XIV cuando comenzaron a construirse, aunque desde el siglo IX se sabe que monjes ascetas ya habían comenzado a habitar las cuevas allí existentes.
Elevados a más de 600 metros sobre el nivel del mar, el primer monasterio llamado del Gran Meteoro se inició entre 1356 y 1372 con la llegada de Atanasio Koinotivis y sus seguidores, en él se halla una iglesia de estilo bizantino y valiosos frescos policromados que muestran las persecuciones sufridas por los cristianos en la época.
Ante el avance de los exploradores otomanos que buscaban apropiarse de las tierras de Tesalia a fines del siglo XIV los monjes ermitaños buscaron refugio en los peñascos de Meteora construyendo unos 24 monasterios, siendo el acceso a los mismos, deliberadamente difícil para protegerse, a través de cuerdas, canastas y escaleras de mano. Recién en la década de 1920 se esculpieron escalones en la roca y un puente de acceso. Muchos de éstos monasterios fueron destruídos durante la 2da. Guerra Mundial y actualmente quedan 13 de los que sólo 6 se mantienen funcionando, 4 para hombres y 2 de mujeres.
Un paisaje excepcional, casi de cuento, que la vista no llega a abarcar, que nos llega como testigo desde la época medieval atravesando la historia hasta el dia de hoy y 6 maravillas para conocer
- Monasterio de San Nicolás, el más pequeño de todos, apoyado sobre una superficie pequeña y construído en 3 pisos de forma vertical, allí se encuentra la iglesia de San Nicolás, construída en el siglo XVI.
- Monasterio Roussanou o De Santa Bárbara, se rinde allí homenaje a Santa Bárbara accediéndose a él a través de un puente, fue dañado y saqueado durante la 2da. Guerra Mundial.
- Monasterio Varlaam, con una superficie de 7.000 metros cuadrados, edificado a 373 metros de altura por Teófanes de Creta, es el segundo en tamaño y relevancia albergando la iglesia de Todos los Santos.
- Monasterio del Gran Meteoro o de la Transfiguración, construído a 613 metros de altura es el más grande e importante de los monasterios, en él se encuentra una iglesia bizantina dedicada a la Virgen María y tambien está el templo dedicado a la Transfiguración de Jesús..Tiene una importante biblioteca, conserva las antiguas cocinas, la bodega y un osario, se accede por un túnel construído en siglo XIX.
- Monasterio de la Santísima Trinidad, es uno de los de más difícil acceso, destacándose la iglesia de San Juan Bautista, sus reliquias fueron saqueadas durante la 2da. Guerra Mundial.
- Monasterio de San Esteban, se llega a él por un puente de unos 8 metros, y allí se encuentran dos iglesias, la capilla de San Esteban del siglo XVI y la iglesia de San Charalambos construída en el siglo XVIII, debió ser restaurado casi en su totalidad por los daños sufridos durante la guerra.
Meteora un nombre que significa en la lengua griega ‘cuerpo que cae del cielo’, un lugar privilegiado por la naturaleza, donde podríamos alcanzar el cielo con las manos, al que se puede llegar desde la localidad de Kalambaka a 375 kms. de Atenas. Un paisaje único e inspirador, dado por la naturaleza y transformado por la mano del hombre, un 'bosque de piedra' donde encontrar la paz interior.
video: Adela Fernandez Perez - Mis viajes
“En todas las cosas de la naturaleza hay algo de lo maravilloso.” – Aristóteles – filósofo, polímata y científico griego (384-322 a.C)
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