“En las profundidades del invierno
aprendí finalmente que había en mí un verano invencible.”
Albert Camus - novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés (1913-1960)
Albert Camus - novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés (1913-1960)
Considerado
por poetas y escritores como símbolo de silencio, tristeza y muerte, el
invierno se caracteriza por días más cortos, noches más largas y temperaturas
más bajas. Hoy en nuestro hemisferio sur se produce el solsticio de invierno por lo cual comienza la estación del año donde el frío y la escasez de luz influyen en el estado de ánimo de muchas
personas ya que desequilibran las hormonas y los neurotransmisores del cerebro.
No es tan malo como
podríamos creer, sin embargo, el frío, las lluvias, los días con niebla, y la
predisposición a enfermarnos con mayor frecuencia hacen que nuestro ánimo
decaiga y sólo veamos lo desagradable. Pero por largos y severos que sean los
inviernos, al final siempre nos espera una primavera, siempre hay un nuevo día,
siempre hay renovadas esperanzas.
Es el
momento de ir hacia ese nuestro interior, de ser introspectivo, de estar en
intimidad con nosotros mismos, lo verdaderamente trascendente se encuentra en
nuestro mundo interior y así como en la naturaleza la semilla se prepara para
pasar el invierno, el árbol desnuda
sus ramas, las raíces se extienden y profundizan, debemos aprender a encontrar nuestras
fortalezas y energía, recordando que la voluntad sostiene nuestras decisiones, eliminando
los malos hábitos y pensamientos inconvenientes así en primavera estaremos
preparados para brotar iniciando un nuevo ciclo, renovados pero siendo los
mismos.
Incorporemos
colores que aporten energía, disfrutemos del sol cuando entibia cada día, aprendamos a compartir en casa, en
familia, al calor de la estufa, comidas calientes y una cama abrigada, sin olvidarnos de aquellos que no tengan iguales posibilidades y si está a nuestro alcance auxiliarlos. Cada etapa tiene su propio
enriquecimiento, asimilar que el año tiene un principio y un fin y en su
transcurso se van sucediendo los ciclos de las estaciones, son etapas que se
cumplen inexorablemente y finalmente entender que el propósito de nuestra vida
trasciende el plano material y avanza hacia una dimensión espiritual más allá
de nuestra propia naturaleza.
“¡Y
yo te amo, invierno! Yo te imagino viejo, yo te imagino sabio, con un divino
cuerpo de mármol palpitante que arrastra como un manto regio el peso del
Tiempo...Invierno, yo te amo y soy la primavera...Yo sonroso, tú nievas: tú
porque todo sabes, yo porque todo sueño...”
Delmira Agustini.- poetisa uruguaya (1886-1914)
Delmira Agustini.- poetisa uruguaya (1886-1914)
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