"Aquel que trabaja con sus manos
es un labrador. Aquel que trabaja con sus manos y su mente es un artesano.
Aquel que trabaja con sus manos, su mente y su corazón es un artista.”
San Francisco de Asis - santo italiano, fundador de la Orden
Franciscana (1181-1226)
Las manos tienen muchas
connotaciones en el arte y en la vida, pueden decir más sobre una persona que
una imagen de su cuerpo entero, sus arrugas, cicatrices, poses, o adornos son un
mundo con una importante carga de información y emociones que hay que tratar de
descifrar.
Quienes tienen el privilegio de
sus manos no las valoran, hay personas que como consecuencia de accidentes,
enfermedades o por defectos congénitos no las tienen, y a pesar de ello se
desempeñan en actividades diversas, pintores, músicos y hasta pilotos, demostrando
que se pueden superar los obstáculos.
Pero sabemos que tener las manos,
extensión de nuestro cuerpo desde el brazo hasta la punta de los dedos, es una bendición que debemos agradecer.
Manos que acarician, que cosen, pintan,
crean música o trabajan, que escriben, limpian, saludan, se tienden o protegen,
manos que hablan, protestan o callan, manos que besan o te alejan, que acunan y
abrazan. Manos que cocinan, crean, sujetan, sostienen y aman, manos que agreden
o empuñan un arma, manos que cultivan la tierra o que se unen para orar.
Hablan, muestran, invitan a
callar o a acercarse, comunican sentimientos, trasmiten emociones, tienen una
fuerte simbología en el lenguaje no verbal, pueden demostrar reflexión,
timidez, afecto, confianza, aburrimiento, vergüenza, tristeza, alegría. En
definitiva la manos expresan.
Con las manos nos vestimos, con las manos comemos, con ellas
sostenemos un libro, protegemos, o las alzamos en protesta contra lo injusto.
Manos de artista, campesino o médico, manos de madre o amigo. Que llegan a
quien necesita, que producen o alivian cargas, que esperan, ayudan, juegan, o
aplauden.
“No
tenemos la solución a todos los problemas del mundo en nuestras manos. Pero
frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos.”
Beata Teresa de Calcuta - monja católica albanesa naturalizada india, Nobel de la Paz 1979 (1910-1997) - Beatificada en 2003
Manos de niños, manos de ancianos, pequeñas o grandes,
suaves o ásperas, manos dispuestas a ayudar, porque siempre habrá ...“manos que echan una mano, manos que dan la
mano y también aquellas que permiten
tocar el cielo con las manos .”
Hola, muchas gracias por compartir esta bella reflexión, ya que gracias a el pude completar la argumentación de mi trabajo artístico de fin de semestre.
ResponderBorrarNuevamente Muchas Gracias!